¡Hola amigos endietados! Hoy les voy a compartir un poco de mi experiencia con la cocina y cómo me he ido atreviendo día a día a preparar nuevos platillos y a descubrir que una alimentación saludable puede ser una verdadera delicia.
Y todo empieza para mí con esta sencilla pregunta:
¿Por qué aprender a cocinar?
Esta pregunta parece bastante fácil de responder para muchas mujeres pero para la gran mayoría de los hombres y claro, algunas mujeres, puede resultar complicado encontrar un por qué. Confieso estar dentro de las mujeres que no sabían realmente por qué valía la pena aprender a cocinar y fue hasta apenas que empecé a involucrarme con la cocina.
¿Aprender a cocinar para tener una alimentación saludable?, ¿Quién?, ¿Yo?
Me rehusaba a aprender y tenía mis motivos
Te los comparto, pero no me juzgues 😉
1.- Mi mamá es excelente en la cocina, quien conoce su comida sabe que tiene un sazón especialmente rico. Pero siempre, siempre que queríamos ayudarla a cocinar terminábamos pasándole cosas o limpiado todo el desorden. ¡Aburrido!
2.-Regresando al primer punto, ¿Para qué cocinar si mi mamá cocina rico?
3.-El mismo punto pero desglosado:
- Mi mamá siempre cocinó en la casa
- Por lo tanto mi papa creía: Una mujer de verdad debe saber cocinar
- Yo pensaba: No, claro que no, mira que mal cocino y aún soy mujer 😀
Y este pensamiento se reafirmaba con la típica idea de “Ahora que te cases a ver cómo le haces”, y pensaba: “De la misma forma, cosas fáciles que comer y supongo que mi futuro esposo tendrá que buscar alimento fácil que comer” jajaja
Llámale como quieras, pero la simple idea de encasillar a una persona en un rol a mí me causa conflicto existencial
Y este pensamiento estuvo en mí mucho tiempo, así como a lo mejor tú lo has pensado y te rehúsas a entrar a la cocina para otra cosa más que para comer.
Obviamente llega un día donde las mamás se cansan de tanto cocinar y uno crece y poco a poco te van dejando más tareas a tal punto que mi mamá como debe de ser, empezó a tomar más las riendas de su vida y a hacernos más responsables de la nuestra y dejó de cocinar para mí, esto está bien ¡Pero se avisa! o deberían de hacer un Curso INTENSIVO “Aprende a cocinar en 7 pasos, sin ayuda de mamá”.
Y aquí toqué un punto importante para mí que responde a la pregunta ¿Por qué aprender a cocinar?
Hacernos responsables de nuestra vida, por lo tanto de nuestra alimentación saludable
Para mí el aprender a cocinar forma parte hoy en día de mi crecimiento personal. Cocinar te permite tomar mayor conciencia de ti, de lo que permites, y claro valorar lo que realmente nutre, llegando a una alimentación saludable.
Con esto quiero compartirte mis razones por las cuales aprender a cocinar fue una de las mejores decisiones en mi vida
- Puedes tomar mejores decisiones al momento de elegir tus comidas, tu salud te lo agradecerá.
- Tienes mejor control de lo que comes, por lo tanto puedes obtener mejores resultados en tus objetivos de pérdida de grasa.
- Puedes proyectar un poco de tu estilo en cada comida.
- Aprendes a hacerte responsable de tus decisiones y de las situaciones en las cuales te encuentras, porque tú decides; que sí y que no.
- Se te terminan excusas como:
Mi mamá siempre hace lo mismo de comer
Tengo sobrepeso porque “x” o “y” persona cocina de tal forma
Solo había eso de comer
Espero que este artículo te haya dado algunos motivos para empezar a tomar más las riendas de tu vida y tomar acción ¡Ya!
Platícame tus experiencias en la cocina y si alguna vez te pasó algo similar a mi historia, compártemela, para no sentirme loca jajaja.
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Con cariño,
¡Me identifiqué totalmente! Aunque en mi caso a mi abuelita no le gusta cocinar y por lo mismo a mi mamá como que tampoco. A mi me gustaría ser de esas personas conocidas por cocinar rico, pero cuando me decían «aprende a cocinar PARA CUANDO TE CASES» o «PORQUE ERES MUJER» Me chocaba tanto que decía «No así no, aprenderé a cocinar (algún día) pero para mi, no para mi esposo o porque es mi obligación por ser mujer». Y sí heeee, si la mamá ya no quiere cocinar QUE AVISE POR FAVOR jajajajajaja, no que tengas que improvisar porque un día llegas y ya no te cocinan; en cambio ahora ya no puedo esperar para casarme para ya hacer toda la despensa y decidir yo que como, jajaja, la vida da mil vueltas